Fotografiando el humo


Ahora que no se puede fumar serán fotos        in-editas.

Fotos de humo

Hoy os tenemos unos consejos para conseguir hacer algo muy distinto: aprender a fotografiar humo.
En los últimos tiempos se han puesto muy de moda las fotografías de humo, igual que la técnica light painting. En ambos casos hay formas de conseguir resultados similares usando programas de edición, pero si te apetece hacerlo directamente y descubrir cómo fotografiar humo con un buen resultado.

Materiales

  • Un trípode
  • Fondo negro
  • Una fuente de luz fuerte o un flash externo
  • Barritas de incienso o un cigarrillo
  • Un disparador remoto
Desde aquí recomendamos el uso de las barritas de incienso porque así conseguimos fuentes de humo simultáneas. Acuérdate de que si estamos mucho tiempo fotografiando corremos el peligro de llenar la habitación de humo. Es aconsejable descansar de vez en cuando y ventilar la habitación para sanear el ambiente.

Fondo negro

Para que el humo destaque, es mejor usar un fondo completamente negro. Con una pared pintada de negro nos vale, pero es preferible, si podemos, conseguir una tela negra puesto que ésta absorberá los posibles reflejos y destellos.

Iluminación

Tanto si hemos optado por un flash externo o por una fuente de luz fuerte, hay que posicionarla de tal manera que quede perpendicular a la mesa.

Ajustes de la cámara

- Enfoque manual

Al ser un objeto en movimiento, el enfoque automático se volverá loco para captar el humo. Si no te aclaras con este enfoque, un truco es poner un bolígrafo justo por donde sube el humo, enfocar automáticamente al bolígrafo y luego pasar al enfoque manual fijando así la zona por donde sube el humo.

- Apertura cerrada

Al estar trabajando sobre una superficie iluminada con luz externa, no tendremos problemas de iluminación. Usa el diafragma lo más cerrado posible. Dependiendo la distancia a la que estemos trabajando, podemos trabajar con aperturas de entre 7 y 11.

- ISO bajo

Para evitar el molesto ruido, pondremos la ISO lo más baja posible.

¡A disparar!

Ahora que ya lo tienes todo montado, sólo queda ponerte manos a la obra. Prueba a poner la fuente de humo a diferentes alturas, juega con las corrientes de aire, etc.
Una vez tengas las fotos, prueba a jugar con ellas en cualquier programa de retoque digital de imágenes invirtiendo los colores o usando capas de colores degradados.

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